La soledad es tan hermosa,
es un espacio donde puedo pensar,
soñar e imaginar muchas cosas.
Un minuto en soledad es muy relativo.
Pues puede durar un segundo o mil años
dependiendo mucho del día, la hora y el momento.
Si un día la soledad toma carne y se convierte en mujer
seria mi mujer perfecta, la musa de mis sueños,
la estela que pinta mi universo.
Por desgracia, no he conocido a ninguna Soledad hasta
ahora, mas que la que me acompaña.
Tan intocable, tan silenciosa y tan perfecta.
Tal vez se debería quedar así.
Firma,
Roger, el imbécil.
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